Seguir trazo punteado con Papá Noél
Dos fichas para trabajar el trazo curvo con la imagén de la cara de Papá Noél. En una de ellas son las partes con pelo: cejas, bitoe y barba. El segundo el gorro.
La práctica del trazo punteado en la Educación Infantil es una actividad valiosa que contribuye al desarrollo motor y cognitivo de los niños, preparándolos para adquirir habilidades de escritura más avanzadas en etapas posteriores de su educación. En concreto su práctica mejora:
- Coordinación motora fina: La actividad de trazar líneas punteadas ayuda al alumnado a desarrollar destrezas motoras finas al controlar el lápiz y ceras de colores de manera precisa, fortaleciendo los músculos de las manos y los dedos.
- Control del lápiz: Al seguir líneas punteadas, el alumnado practica el control del lápiz, mejorando la coordinación mano-ojo y la capacidad para manipular herramientas de escritura.
- Preparación para la escritura: El trazo punteado sienta las bases para la escritura al enseñar la dirección y el patrón de los trazos básicos que luego formarán letras y números.
- Reconocimiento de patrones: La práctica del trazo punteado ayuda también a reconocer y reproducir patrones, lo que es fundamental para la formación de letras y cifras.
- Desarrollo cognitivo: La actividad requiere concentración y atención, fomentando el desarrollo cognitivo y la capacidad de seguir instrucciones.
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