Esta poesía se puede representar teatralmente. Yo he creado un teatrillo para un solo niño, por lo que es pequeño. Para la clase, basta con ampliarlo usando una caja de cartón grande para el teatro y creando con cartón piedra los palillos que representan los Amigos del Diez. Eso queda a la creatividad de cada uno y cada una.

La maestra o el maestro introduce a Lucera y recita la poesía. Cada niño o niña tiene en su mano un palillo correspondiente a uno de los Amigos del Diez. Nótese que en la poesía se hace referencia a la conmutativa, así que da pie para tener el doble de palillos y que puedan así participar todos los niños (son 22 apariciones de personajes, incluyendo a Lucera, una ovejita nacida en Torrecera). Tienen que estar muy atentos para ver cuándo les toca introducir su número. Cuando dos de ellos tengan el mismo número podemos trabajar las transversales y enseñarles a cederse el turno, a ver cuál de ellos prefiere cederlo y cuál no. Esto puede ser divertido, pero dejo a los/as profes de infantil resolver la cuestión.

Nota: en Jerez de la Frontera decimos “gujeros” a los agujeros, coloquialmente. Por eso tiene dos el ocho…   ;D
Rosario Huerta Gómez de Merodio, [email protected],
ross040314.wordpress.com  (Madre y Maestra)

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