El Castillo de Chunchurumbé
Me había encontrado un cartón de embalaje en forma de acordeón. La verdad, sin saber por qué, no lo quise tirar. Sencillamente lo vi interesante. Suena a broma. Un simple cartón algo interesante. Y efectivamente llegó a ser algo maravilloso, super motivante para el alumnado. Una experiencia maravillosa. Yo me preguntaba para qué me serviría ese cartón. Un día ojeando un libro encontré el siguiente material popular: «El Castillo de Chunchurumbé».
La retahíla me cabía perfectamente en mi cartón en forma de acordeón. Y ahí empezó la aventura. Iba a una clase con el libro envuelto como si fuera una especie de regalo. La chiquillería, de todas las clases, en cuanto veían el libro envuelto decían: “Es un regalo, seguro”. A partir de ahí le contaba la historia de cómo ese cartón se convertía en un acordeón y a continuación les narraba la retahíla del Castillo de Chunchurumbé.
En el archivo adjunto se explica todo el proceso y se cuenta la retahíla.
Fotografías del acordeón del «Castillo de Chunchurumbé»
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