Desde que por el año 2000 se empezaron a publicar los resultados de los informes PISA (programa para evaluar los sistemas escolares de los países miembros de la OCDE, con el propósito de medir lo que sus alumnos aprenden, explicar las diferencias y proporcionar guías para su mejora) se repite a diario en las tertulias de la tele y de la radio que España se encuentra a la cola de estos países.

Sin embargo aunque tal información es cierta, también es sesgada, ya que como indica el catedrático de Sociología de la Complutense Julio Carabaña Morales en su artículo «Las diferencias entre regiones y países en las pruebas PISA», a pesar de lo que todo el mundo cree, los tres informes PISA no dejan en mal lugar a la educación española, que está en la media de la OCDE, confundida en un solo grupo muy compacto con casi todos los países europeos avanzados.

Carabaña también indica que las grandes diferencias encontradas entre países y regiones no se explican por las características de sus escuelas y que sólo en parte se deben a la composición sociocultural de sus poblaciones. De lo cual se deriva la conclusión práctica de que las reformas, las innovaciones y los cambios en la enseñanza tienen, por regla general y salvo prueba en contrario, más costes que beneficios.

Por » las razones que sea»  la prensa no aireó la proximidad de los resultados españoles a la media sino el orden de España entre los 31 países. Pero la proximidad entre los países es tan grande que el orden carece de importancia y como ilustra Carabaña en su artículo «se parece mucho a la llegada de un pelotón en una carrera ciclista”.

«Las dos lecturas están literalmente bien hechas. De lo que se trata es de cuál es más pertinente y de cuál refleja mejor la situación. Parece evidente que no estamos en una liga ni en una carrera en que se reparten premios por el orden de llegada. Lo importante no es el orden, sino las puntuaciones y las distancias entre las puntuaciones».

A pesar de que la lectura de este artículo, tranquiliza, no por ello justifica la enseñanza tradicional, por alguna Finlandia, líder en solitario, mejora evaluación tras evaluación.